Desde hace unos meses, y a raíz de algunos estudios de eficacia y seguridad aplicados al paracetamol e ibuprofeno, se está insistiendo tanto desde las autoridades sanitarias como desde atención primaria y las propias farmacias en que es preferible utilizar ibuprofeno de 400 mg en lugar del de 600 mg y paracetamol de 650 o 500 mg en lugar del de 1 gramo, puesto que se ha demostrado que la eficacia es muy similar a las dosis más altas y sin embargo los efectos secundarios se reducen mucho.
De hecho, el ibuprofeno de 600 mg está sujeto a prescripción médica, y nunca deberíamos utilizarlo como automedicación. Ya sabéis, ese circulito justo al lado del código nacional en las cajas de los medicamentos que tantas veces en el mostrador os hemos explicado que significa que ese medicamento no se debe dispensar sin la correspondiente receta…