UN COLIRIO PARA LOS OJOS (I) : CÍCLOPE Y ÁTROPOS

Un día cualquiera en la farmacia, entra un paciente cualquiera, y dice:

– Buenos días, ¿me puede dar un colirio?

-¿Un colirio?¿Para qué?

-¡Pues para los ojos, claro, menuda pregunta para venir de farmacéutica!

No os imagináis los millones de veces que lo hemos oído. Y para que os hagáis una idea de lo poco que nos ayuda que además nos deis la pista de «una cajita blanca con cuadraditos de colores», un día de guardia cualquiera mi compañera @susitravel tuvo la paciencia de configurar todos los colirios del laboratorio Cusi de los que disponía en este bonito knolling :

¿Aún crees que con que nos pidas "un colirio para los ojos, con cuadraditos en la caja" podemos adivinar cuál es el que necesitas?

¿Aún crees que con que nos pidas «un colirio para los ojos, con cuadraditos en la caja» podemos adivinar cuál es el que necesitas?

Bien, cada uno de esos colirios tiene una función diferente, unos principios activos diferentes y además la configuración de los correspondientes cuadraditos es única para cada uno de ellos.

Así, se me ha ocurrido escribir una serie de posts en los que vaya explicándoos las diferentes actividades farmacológicas si no de todos los colirios, de los que buenamente pueda… Y esta es la primera entrada de la serie.

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