ABORDAJE DEL PACIENTE CON GLAUCOMA

Hace tiempo os comentaba que en el barrio tenemos fama de «preguntonas», sobre todo cuando los pacientes nos solicitan medicamentos sin receta. Aprovechando que el día 12 de marzo es el día mundial del glaucoma, hoy os voy a hablar de una situación más que frecuente en el mostrador, ya que los pacientes que la padecen son mucho más abundantes de lo que creemos, y los medicamentos contraindicados en esta patología también.

Con la implantación de la receta electrónica la identificación de los pacientes con glaucoma no es tan difícil (ni tenemos que actuar cual Sherlock Holmes para averiguar si lo padecen). Simplemente con detectar que tienen prescritos colirios colinérgicos (pilocarpina), adrenérgicos (brimonidina), betabloqueantes (timolol), prostaglandinas (latanoprost, bimatoprost, travoprost), o inhibidores de la anhidrasa carbónica (brinzolamida o dorzolamida tópicas, o acetazolamida oral), ya tenemos una buena pista para saber que esos pacientes NO pueden usar cualquier medicamento, por el peligro de agravar su glaucoma.

piedras colores

Imagen que captaría un ojo sano

¿QUÉ ES EL GLAUCOMA?

Aunque comúnmente se conoce como un aumento de la presión intraocular, en realidad el glaucoma es la pérdida de visión producida por un daño sobre el nervio óptico. Sea como fuere, el glaucoma más frecuente es el debido al aumento de la presión intraocular. 

Los dos tipos principales de glaucoma son el de ángulo abierto y el de ángulo cerrado. Ambos se deben a un aumento de la presión intraocular, bien por bloqueo o por obstrucción lenta de los canales que drenan el humor vítreo (el líquido en el interior del ojo). Al acumularse, la presión aumenta y acaba dañando el nervio óptico. También existen otros tipos de glaucoma, entre ellos el de tensión baja, que no está asociado a un aumento de la presión intraocular. No quiero entrar en tecnicismos, pero sí es importante que los pacientes con glaucoma conozcan de qué tipo es el suyo, ya que hay medicamentos que, sin dar problemas en uno de los tipos, no se deben usar en otros.

El glaucoma es difícil de diagnosticar, sobre todo el de ángulo abierto, puesto que al producirse de manera gradual, los síntomas pueden ser casi indetectables por el paciente. Se va perdiendo visión periférica, por lo que el campo de visión se va reduciendo a un túnel. Es por ello que se recomienda la revisión anual por un oftalmólogo a partir de los 60 años de edad.

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Primeros síntomas de daño en el nervio óptico



TRATAMIENTO DEL GLAUCOMA

Una vez instaurado el glaucoma, es difícil mejorar la visión a menos que sea un caso grave, en el que puede estar indicada la cirugía. En la mayoría de los casos,  el tratamiento va dirigido a mejorar la calidad de vida de los pacientes y a minimizar la progresión del daño del nervio óptico, disminuyendo la presión intraocular, y sólo hay dos maneras de conseguirlo: disminuyendo la producción de líquido, aumentando su drenaje o ambos.

  • Los betabloqueantes (timolol, Timoftol®) disminuyen la producción de este líquido. Es buena idea presionar los lacrimales después de la aplicación para evitar que pasen a la circulación sanguínea y así evitar posibles efectos secundarios.
  • Los inhibidores de la anhidrasa carbónica (brinzolamida, Azopt®), (dorzolamida, Trusopt®), (azetazolamida oral, Edemox®), también disminuyen la producción.
  • Los colinérgicos (pilocarpina, Pilocarpina Cusi®) favorecen el drenaje
  • Los adrenérgicos (brimonidina, Alphagan®) parece que actúan tanto disminuyendo la producción de líquido como favoreciendo su eliminación.
  • Las prostaglandinas (latanoprost, Xalatan®), (bimatoprost, Lumigan®), (travoprost, Travatan®) actúan aumentando el flujo del líquido intraocular.

Este último grupo es especialmente conocido por un efecto secundario, que consiste en el aumento de grosor, coloración y grosor de las pestañas. Por eso han aumentado tanto las solicitudes de estos medicamentos sin la correspondiente receta médica. Sin embargo, hay que tener en cuenta que al ser medicamentos relativamente nuevos no existen estudios a gran escala sobre sus efectos a muy largo plazo, y deberían utilizarse solamente bajo supervisión médica.

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La reducción en el campo de visión ya se empieza a hacer evidente

ATENCIÓN FARMACÉUTICA AL PACIENTE CON GLAUCOMA

Hay muchos medicamentos contraindicados en caso de glaucoma. En principio, cualquier medicamento que aumente la presión intraocular no debería ser utilizado por estos pacientes, por lo que cualquier fármaco con actividad anticolinérgica, al producir contracción de los músculos lisos del ojo, o los que tienen actividad vasoconstrictora, al limitar el drenaje del líquido, está contraindicado. Y si no hay otra opción, al menos habría que utilizarlos con precaución y vigilar de vez en cuando su presión intraocular. Este tipo de medicamentos incluyen:

  • Anticolinérgicos (atropina Atropina Llorens®; escopolamina, Escopolamina Braun®)
  • Antidepresivos tricíclicos (amitriptilina, Tryptizol®; clomipramina, Anafranil®; imipramina, Tofranil®), heterocíclicos (mirtazapina, trazodona) y de tercera generación (fluoxetina, fluvoxamina, paroxetina, citalopram, venlafaxina, duloxetina…)
  • Antagonistas H1: son antihistamínicos que se usan tanto para prevenir el mareo en viajes o para disminuir los síntomas de resfriado y gripe, así que advierte a tu farmacéutico, si no te lo pregunta él antes, de que sufres de glaucoma. (clorfenamina -muchos antigripales lo contienen, mucho cuidado-; meclozina, Chiclida®; difenhidramina, Biodramina®, Cinfamar®)
  • Inhibidores de la síntesis de prostaglandinas (indometacina, Inacid® y otros antiinflamatorios no esteroideos, como ácido acetilsalicílico, ibuprofeno, diclofenaco)
  • Corticoides (budesonida, presente en muchos inhaladores indicados para el asma y EPOC; deflazacort, Dezacor®)
  • Vasoconstrictores nasales (nafazolina, Vasoconstrictor Pensa®; oximetazolina, Respir®, Respibien®, Utabon®)
  • Broncodilatadores (los «teroles», salmeterol, formoterol, salbutamol… y también los más novedosos como tiotropio, Spiriva®, ipratropio, Atrovent® o glicopirronio, Ultibro®)
  • Antiarrítmicos con propiedades anticolinérgicas (quinidina)
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El glaucoma es una de las principales causas de ceguera.

 

Aquí sólo he expuesto algunas muestras de los medicamentos más frecuentes, pero como ves, son muchos los medicamentos que no deberías usar o que te obligan a tener bajo vigilancia a tu presión intraocular, por lo que si el especialista te ha diagnosticado glaucoma, no olvides comentarlo a tu médico de cabecera y a tu farmacéutico cada vez que solicites un medicamento sin receta. Recuerda que estamos aquí para ayudarte y solucionar todas las dudas que tengas acerca de tu medicación.

Bibliografía

2 comentarios en “ABORDAJE DEL PACIENTE CON GLAUCOMA

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