¡ABRE LOS OJOS A LA DIABETES!

En mi casa siempre hemos sido de tener perros. Y muchos. Pero no de tenerlos fuera en el jardín y no dejarles entrar en casa, no, sino de los que se te ponen alrededor de la mesa mientras comes e incluso de los que te colocan el mentón sobre el regazo para que les dés algo de comer.

Recuerdo especialmente a uno de ellos, cruce de pastor alemán y dobermann, que no hacía más que salivar en cuanto la comida estaba lista. Goloso como él solo, siempre andaba detrás de todo lo dulce que comiéramos. Con mi abuela que venía a pasar todos los fines de semana a nuestra casa con una bolsa de bombones bajo el brazo, aquello era el paraíso para él. Pero ahí intervenía siempre mi madre, con su frase lapidaria: «¡Que no le deis azúcar al perro, que se va a quedar ciego!» La cosa es que razón no le faltaba…

Mi perro pre-diabético

Mi perro pre-diabético y detrás, la que seguiría sus pasos…

Y no es que los perros se queden ciegos por comer azúcar (esta frase podría ser utilizada por medios cuasi-sensacionalistas con el objetivo de buscar un titular llamativo), sino que el hecho de ingerir mucho azúcar podría producir diabetes en los perros, lo cual podría desencadenar una de las complicaciones crónicas más conocidas de esta enfermedad, como es la retinopatía diabética, que a la larga puede desembocar en ceguera.

DIABETES

El pasado año por estas fechas os explicaba las causas y factores de riesgo de padecer Diabetes, ya que el 14 de noviembre es el día Mundial contra esta enfermedad. En esta ocasión, os hablaré en concreto de esta complicación, que muchas veces no es tan evidente como otras, aunque se trata de la más frecuente y el 16% de las personas invidentes de este país lo son por culpa de la diabetes…

Para empezar, y como todos sabréis, la diabetes es una enfermedad por la cual aumenta (o no disminuye como debería, según como se mire) el azúcar en la sangre. El hecho de que haya mayor cantidad de azúcar  hace que, además de otros daños, se produzcan modificaciones a nivel del sistema nervioso y circulatorio, lo cual desemboca en los consabidos problemas de pie diabético y retinopatía, entre otros.

RETINOPATÍA DIABÉTICA

En la fase más inicial del daño retiniano, se pueden dar microaneurismas (escapes de líquido de los vasos), hemorragias, inflamación de la mácula, o isquemia macular (los vasos se tapan y no llega la sangre suficiente). Esta situación se llama RDNP, o retinopatía diabética no proliferativa, y si es una situación leve no suele dar problemas de visión inicialmente.

El mayor problema llega cuando una diabetes mal controlada hace que los daños en los vasos retinianos sigan produciéndose, de manera que cuando la sangre no riega bien toda la superficie de la retina, se generan nuevos vasos sanguíneos para compensarlo (neovascularización). Se puede pensar que es una buena manera de compensar el fallo, pero el problema es que esos vasos son anormales, y no riegan la zona como deberían. Esta fase recibe el nombre de RDP (retinopatía diabética proliferativa), y conlleva una pérdida de visión difícilmente reversible. Además, llegados a este punto, se puede también producir glaucoma neovascular, que es una elevación de la presión intraocular debida a esos nuevos vasos sanguíneos, y también causa de pérdida de visión, por dañar el nervio óptico, por lo que es importante que si padeces diabetes controles también tu presión sanguínea.

Sin embargo, aún hay espacio para la esperanza, ya que existen varias nuevas vías de investigación para atajar este problema, como pueden ser el uso de fenofibratos (unos fármacos utilizados para el comtrol del colesterol) para frenar la proliferación de la retinopatía diabética, o la terapia con células madre para reparar los daños ya instaurados.

CONSEJOS

Por todo ello, es crucial que si padeces diabetes mantengas un control adecuado de tu glucosa en sangre. Y la manera de conseguirlo es utilizar adecuadamente los tratamientos que te hayan prescrito, y controlar cualquier desviación de tu glucemia para poder atajarla cuanto antes y conseguir el mayor beneficio de tu medicación.

Sabrás que además de la glucemia, uno de los parámetros que ayudan a saber si mantienes un control adecuado a lo largo del tiempo es la Hemoglobina Glicosilada, con la que se puede calcular el valor medio de tu glucemia a lo largo de 2 a 4 meses. Esto es así porque la vida vida media de los eritrocitos, encargados de transportar el azúcar, viene a ser de unos 90 días.

Para conseguir un control adecuado, puede resultar útil esta tabla de resultados de glucemia, que podéis encontrar en la página web de www.esdiabetes.org. 

Otro consejo a llevar a cabo es advertir a todos tus familiares y quienes te rodean de tu situación. Recuerdo que tenía una amiga en la Universidad que padecía diabetes y no nos lo contó jamás, sino que nos enteramos varios años después de acabar la carrera. Una insensatez por su parte, porque, por poner un ejemplo, si llega a sufrir una hipoglucemia severa, de las de perder el conocimiento, en mitad de una «sesión de estudio» (llamadlo quedada «paraloquesurja» en casa de alguno de la cuadrilla), ninguno de nosotros habríamos sido capaces de administrarle el glucagón, ya que ni siquiera nos habríamos percatado de que era eso lo que hubiese necesitado, por mucho que lo llevara en su mochila.

Y por último, en relación a la retinopatía diabética en concreto, es importante que visites regularmente a tu oftalmólogo, (anualmente) especialmente si tu control de glucemia no es el adecuado, para poder controlar los posibles daños de tu retina, prevenirlos, o incluso valorar el tratamiento, que muy frecuentemente suele suponer una intervención láser. En caso de estar embarazada, las visitas al oftalmólogo deberían ser trimestrales.

En cualquier caso, recuerda que la diabetes es una enfermedad «silenciosa», que los daños que puede producir son más graves a largo plazo, y que has de tomar tu medicación aunque «te sientas bien». Si tienes alguna duda acerca de la medicación que te han prescrito, como por ejemplo el uso adecuado de las plumas de inyección de insulina o cuándo y cómo has de tomar los hipoglucemiantes, recuerda que tu farmacéutico te puede ayudar. Es el profesional sanitario más accesible y el que mejor conoce los medicamentos.

Bibliografía:

  •  http://www.geteyesmart.org/eyesmart/diseases-es/retinopatia-diabetica/index.cfm
  •  ASVIDIA

Para saber más:

2 comentarios en “¡ABRE LOS OJOS A LA DIABETES!

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