TU ALIADO EN SALUD #DMF2015

El post de hoy será un poco diferente a lo que estáis acostumbrados a leer. Y es que hoy, 25 de septiembre, se celebra el día mundial del farmacéutico. (De ahí lo del #DMF2015) ¡Albricias y zapatetas! ¡Un día mundial para nosotros solitos!

Mucha gente piensa que estamos en nuestras farmacias para simplemente sacar las cajitas de los medicamentos, cortar el precinto (código de barras), entregarlas al paciente y cobrar la aportación correspondiente. Para muchos de ellos, somos simples «vendedores», con todo mi respeto para los vendedores. Pero es que ser farmacéutico es mucho más.

nube de palabras farmacia

Según la ley del medicamento, las funciones del farmacéutico abarcan varios aspectos, a saber:

  • 1. Adquisición de medicamentos y productos sanitarios.

Un inciso: hasta que no surgieron los problemas de impagos a las farmacias, me consta que muchos ciudadanos pensaban que «los medicamentos eran gratis», sobre todo entre aquellos que acudían a la farmacia con su «cheque rojo». Que quede claro que, según esta ley, el farmacéutico está obligado a adquirir los medicamentos para su posterior dispensacióin con cargo (o no) al Sistema Nacional de Salud (SNS). Esto quiere decir que el farmacéutico ADELANTA el dinero al SNS, poniéndolo de su bolsillo, y el SNS no le paga lo que él había comprado hasta 2 meses después de haberlo dispensado, en el mejor de los casos. Si el SNS no paga al farmacéutico, es el dinero de su bolsillo el que está en tierra de nadie. De ahí que muchas farmacias se las vean y se las deseen para poder seguir prestando servicio cuando su principal cliente, el SNS, no les paga lo que les debe. 

  • 2. Custodia y conservación de medicamentos y productos sanitarios.
  • 3. Elaboración y dispensación de fórmulas magistrales y preparados oficinales.
  • 4. Dispensación de medicamentos.
  • 5. Información de medicamentos.
  • 6. Seguimiento del tratamiento farmacoterapéutico.
  • 7. Farmacovigilancia.
  • 8. Custodia de las recetas dispensadas y otros documentos sanitarios.
  • 9. Funciones relacionadas con la promoción de la salud y prevención de la enfermedad.

Bien, del 1 al 5 y el punto 8 creo que toda la población tiene claro en qué consisten. Pero… ¿y las demás? ¿Sabéis a qué se refieren? Pues nada, hombre, no hay más que decirlo, que una servidora os explica por qué a veces podéis pensar que somos unos cotillas… 

6. SEGUIMIENTO DEL TRATAMIENTO FARMACOTERAPÉUTICO

En sentido estricto y según el consenso de FORO de atención farmacéutica, esta actividad se define como:

«el servicio profesional que tiene como objetivo la detección de problemas relacionados con los medicamentos (PRM), para la prevención y resolución de resultados negativos asociados a la medicación (RNM). Este servicio implica un compromiso y debe proveerse de forma continuada, sistematizada y documentada, en colaboración con el propio paciente y con los demás profesionales del sistema de salud, con el fin de alcanzar resultados concretos que mejoren la calidad de vida del paciente.»

Esto viene a decir que los farmacéuticos nos preocupamos de que los pacientes tomen correctamente su tratamiento y además esos tratamientos no generen nuevos problemas de salud o no empeoren los ya existentes. Bien, para explicarlo pondré un ejemplo muuuuyyyy sencillo:

Paciente de 54 años, acudió a la farmacia a por una medicación para la hipertensión. Al ser un tratamiento nuevo para ella, el médico le indicó que fuera controlándose los valores de tensión arterial. Tras un largo proceso en el que en la farmacia íbamos controlando su tensión y el médico le iba cambiando la medicación hasta encontrar aquella con la que lograba controlar su presión arterial, se estableció como tratamiento lisinopril con hidroclorotiazida. De eso hace ya 3 años. También toma simvastatina desde hace 2.

Un día acude a la farmacia por tos seca. Dice que ya lleva tres semanas con esa tos y que el jarabe que le dieron en la farmacia cerca de su trabajo hasta ahora no le ha hecho nada, que le demos uno diferente. Al revisar su medicación, le decimos que no le podemos dispensar otro jarabe porque al durar más de tres semanas y no ver mejoría con el tratamiento es probable que esa tos pueda deberse a un efecto adverso del lisinopril. La derivamos a su médico, quien decide cambiar la medicación para la hipertensión. Efectivamente,  al cabo de unos pocos días de suprimir el lisinopril y cambiarlo por otro antihipertensivo, la tos remite.

En realidad, el proceso de seguimiento farmacoterapéutico es bastante más complicado que todo esto, estudiando cada estado de situación y registrando datos en cada visita del paciente, escudriñando su estado de salud para detectar posibles problemas que tengan que ver con su tratamiento, pero como ejemplo nos puede servir para que entendáis un poco en qué consiste.

7. FARMACOVIGILANCIA

Si alguna vez os habéis parado a leer detenidamente un prospecto de algún medicamento, habréis comprobado que en el apartado de «efectos adversos» en ocasiones aparecen clasificados como: muy frecuentes (se presentan en uno o más pacientes de cada 10 que utilizan el medicamento), frecuentes (más de uno de cada 10 pero menos de 1 de cada 100), poco frecuentes (más de 1 de cada 100 pero menos de 1 de cada 1000), raras (más de 1 de cada 1000 pero menos de 1 de cada 10000) o muy raras (menos de 1 de cada 10000). Pero ¿cómo es posible que sepamos esos datos? ¿Acaso se han hecho estudios en millones de personas antes de lanzar el medicamento?

imagen: notivenezuela.com

imagen: notivenezuela.com

Ningún medicamento (hablo de medicina alopática; la homeopatía mejor la dejamos aparte) está libre de producir efectos adversos. Cuando se lanza un nuevo medicamento al mercado, es porque el beneficio que produce es mayor que el riesgo de los efectos adversos que pueda provocar. Pero a medida que pasan los años y el medicamento llega a mucha más gente, pueden aparecer nuevos efectos secundarios o cambiar la frecuencia con la que aparecen los que ya se conocían.

Es una cuestión de estadística: si estudio un medicamento sobre 10000 pacientes antes de lanzarlo al mercado, tengo menos datos que cuando ese medicamento lo utilizan millones de personas. Por eso, es importante que si tienes la sospecha de que un medicamento te ha producido un efecto secundario, lo notifiques a la farmacia. En las farmacias nos ocupamos de notificarlo a las autoridades (preservando el anonimato del paciente siempre, por supuesto) por medio de las conocidas «tarjetas amarillas» y así, a veces pueden cambiar los datos de frecuencia de aparición de esos efectos o si se trata de efectos graves podrían decidir reevaluar el balance beneficio-riesgo de ese medicamento.

Seguramente habréis oido más de una vez que «la agencia española/europea del medicamento ha decidido retirar del mercado X medicamento» y se armó la gorda, porque si es un medicamento ampliamente utilizado y encima, lo anuncian en los medios de comunicación, como recordaréis en el sonado caso del Myolastan, ya tenemos la alarma social servida. Pues en muchas ocasiones, esas retiradas de medicamentos se deben a una reevaluación del beneficio-riesgo que ha resultado ser negativa después de haber recibido notificaciones de farmacovigilancia.

9. FUNCIONES RELACIONADAS CON LA PROMOCIÓN DE LA SALUD Y PREVENCIÓN DE LA ENFERMEDAD

De tanto en cuanto, desde el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos se lanzan campañas de este tipo, como seguro que habréis visto las campañas de fotoprotección de cada verano, o las de la vacunación de la gripe ahora en octubre. (Aprovecho para recordar que hasta el 1 de octubre no dará comienzo la vacunación en los centros de salud, así que no tengáis tanta prisa, que ya habéis empezado a preguntar…) Esas campañas, que podemos considerar como las que incluyen nuestras obligaciones como farmacéuticos, suelen ser bastante homogéneas en todas las farmacias del Estado, pero es que además cada vez más farmacéuticos participan en otros tipos de campañas institucionales, como es el caso de fomentar los desayunos cardiosaludables impartiendo charlas en colegios e institutos de la mano de la Asociación para la Información y Prevención Cardiovascular, Bihotz Bizi-Corazón Vivo (www.corazonvivo.com),

aula de la salud

Además, muchas farmacias nos hemos lanzado a la aventura de impartir charlas propias sobre promoción de la salud y prevención de la enfermedad en nuestras propias instalaciones. Así pues, con este tipo de charlas, combinadas con los millones de consejos gratuitos que damos en el mostrador de nuestra farmacia, conseguimos descongestionar las consultas médicas y las urgencias, ya que enseñamos a los pacientes a manejar las patologías menores que no requieren una consulta médica para su resolución.

Y ya para más inri, algunos nos lanzamos a escribir blogs dirigidos a pacientes. 😉

¿No creéis que es una labor mucho más compleja que la de un «vendedor»? Si no fuera así, cualquier día nos podrían sustituir por máquinas dispensadoras de medicamentos… ¿Qué opináis?

3 comentarios en “TU ALIADO EN SALUD #DMF2015

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